miércoles, 1 de mayo de 2013

Lectura día cuarenta y uno

Capitulo II
Le contó que él era Beremiz Samir, nació en Persia, él contaba de niño la ovejas, así, contándolas llegó a tener una gran habilidad para calcular, calculaba desde hormigas, hasta la s abejas de un enjambre, enterado de esto su patrón lo puso a trabajar en sus negocios y luego el patrón satisfecho y muy contento por los resultados, le dio unos cuantos meses para que viajara y descansara. Él Bagdalí, que lo escuchaba, estaba sorprendido, y para estarlo aun más, el hombre que calculaba le contó con una sola mirada las ramas y hojas de un frondoso árbol, Bagdalí, asombrado le dijo que así podía hace mucho dinero y que se fuera con él hacia Bagdad y así fue, se montaron el único camello que tenían y se fueron; en el camino, Bagdalí se esforzaba por no perturbarlo en los momentos que el calculista se ponía a hacer sus extraordinarios cálculos.

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