miércoles, 1 de mayo de 2013

Lectura día cuarenta y cuatro

Capitulo V
Luego nuestros amigos llegaron a una posada y se toparon con otro problema que podría requerir la ayuda de nuestro calculista, el problema era que un comerciante de joyas, acordó con el dueño de la posada que si vendía sus joyas a 100 dracmas, pagaría de hospedaje 20 dracmas, si las vendía a 200, pagaría 35 dracmas, y el comerciante había vendido 140 dracmas, el mercader decía que debía pagar 24 dracmas y medio, y el dueño de la posada decía que debía pagar 28 dracmas, entonces el calculista intervino y calculando dijo que se debía pagar 26 dracmas, y la explicación fue la siguiente:, de 200 dracmas a 100 dracmas, hay 100 dracmas de diferencia, y de 35 dracmas a 20 dracmas hay 15 dracmas, lo que le corresponde a 40 dracmas es 6 dracmas, así que por 140 dracmas debe pagar 26 dracmas, ya incluso el comerciante admirado le regaló un anillo.

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