miércoles, 1 de mayo de 2013

Lectura día cuarenta y ocho


Capitulo IX y X
Ya en el hospedaje, Lezid fue a ver al calculista para pedirle que le enseñase matemática a su hija, ya que si no lo hacia, su hija al cumplir 18 (ya tenía 17) le pasaría todo tipo de cosas malas a menos que aprendiese matemática (según un adivino) el calculista aceptó pero el problema era que tendría que enseñar a su discípula a través de un velo, o sea que no podría verla.
Ya en la morada de Iezip, muestro calculista y el Bagdalí se toparon con el primo de este, no estaba contento con el calculista, y le puso a contar 499 pájaros, de los cuales pidió que liberaran a 3 para tener los 496 pájaros, esto lo hizo porque el 496 era un número perfecto, el primo de Iezip (Tara - Tir) se retiró molesto por que sí pasó su prueba, y luego comenzó la primera Lección de Beremiz.

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