miércoles, 1 de mayo de 2013

Lectura día cuarenta y tres

Capitulo IV
Tras días después de el viaje, se encontraron con una persona tirada y casi moribunda, resultó que él era un negociante rico de Bagdad, se llamaba Salem y los persas habían saqueado su caravana y él era el único sobreviviente, él pregunto si de casualidad tenían algo de comer, Beremiz tenia 5 panes, mientras que el Bagdalí tenía 3, Salem propuso compartir los ocho panes y que llegados a Bagdad le daría ocho monedas de oro, llegaron y cuando estaba Salem por pagarle 5 monedas al calculista y 3 al Bagdalí, El calculista le dijo que para él debían ser siete monedas y para el Bagdalí sólo una, luego procedió a la explicación y era porque según él, cuando estaban en camino de Bagdad, los panes que sacaban los partían en tres, o sea que él tenia quince trozos de pan, de los cuales comió ocho, y su compañero, tenia nueve trozos, de los cuales comió ocho, o sea que el Bagdalí le dio sólo un pan y el calculista le dio siete panes, Salem estaba impresionado e incluso le hizo la propuesta de ser el secretario del Visir, El calculista tomó la ocho monedas y le dio cuatro al Bagdalí porque ese cálculo era matemáticamente exacto pero no para los ojos de Dios.

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