jueves, 4 de abril de 2013

Lectura día diez


EL príncipe feliz. En la parte mas alta de una ciudad, habitaba la estatua del Príncipe Feliz la cual era admirada por todos los habitantes, dado que la estatua, estaba toda revestida de madreselva de oro fino. Tenía, a guisa de ojos, dos centelleantes zafiros y un gran rubí rojo ardía en el puño de su espada. Lejos de ahí, habitaban varias golondrinas dispuestas a marcharse a Egipto, una de ellas vivía enamorada de un junco el cual nunca le hizo caso. Al partir la golondrina sola hacia Egipto decidió hacer una parada para descansar de su viaje, al ver la estatua decidió dormir en los pies de esta. Sintió como caían gotas y al mirar para arriba se dio cuenta que provenían del príncipe, le pregunto que tenía y le comento acerca de una madre pobre que tenia enfermo a su hijo. Le solicito a la golondrina le quitara el rubí rojo de su espada y dárselo a la madre. La golondrina lo ayudo y obedeció dicha petición. La noche siguiente el príncipe le pidió que le quitara uno de sus ojos de zafiro para entregárselos a un muchacho que necesitaba de comida para terminar una obra, lo golondrina obedeció. La noche siguiente el príncipe le pidió esta vez le llevara su otro ojo a una niña que necesitaba dinero, de lo contrario su padre le pegaría, la golondrina obedeció y al regresar con el príncipe le dijo que se quedaría a su lado puesto que el ya no veía; con el pasar del tiempo la golondrina le contó historias de su vida y el príncipe le pidió que diera una vuelta a la ciudad y observara la situación de esta. La golondrina lo hizo y al regresar con el príncipe le dijo todo lo malo que había visto, este le pidió le arrancada cada hoja de oro que lo cubría para entregársela a cada persona que sufriera algún dolor. La golondrina sentía como el frió le había quitado las fuerzas y sabia que estaba apunto de morir. Fue con el príncipe al que amaba tanto y le contó que moriría, este le pidió un beso en la boca porque la amaba, al hacerlo la golondrina murió. La mañana siguiente el alcalde observo la fealdad de la estatua y la mando a quemar, sin embargo una parte de plomo que era su corazón no se pudo quemar y la tiraron a la basura junto con el cuerpo de la golondrina. Dios mando a un ángel por las dos cosas más hermosas de la ciudad, el ángel le llevo el corazón del príncipe feliz y el cuerpo de la golondrina. 

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