lunes, 11 de marzo de 2013

lectura día ocho

Secreto a voces 
Irene, durante sus clases, descubre que su cuaderno de tapas rojas ya no está en su mochila, era su diario. Allí ella escribió cuanto es que se siente atraída por Germán y ahora teme porque probablemente sus compañeros le harán burla; trata de identificar la culpabilidad de alguno de sus compañeros observando sus rostros y observa que muy probablemente ya todos sepan de su amor por Germán. Llegando a casa Irene está decidida a cambiarse de escuela pues no soportará toda la mofa que le harán sus compañeros; Germán la llama por teléfono y ella se porta cortante con él, éste va a su casa para visitarla y ella actúa indiferente pues cree que él sabe todo, al subir a su habitación y buscar un cuaderno descubre su diario y recuerda que siempre ha estado ahí, baja de nuevo con Germán y se disculpa por todo. Ahora está tranquila de que su secreto aun se mantiene como tal. 
Una aventura inolvidable 
El joven asistía a la secundaria donde tenía buena convivencia con sus compañeros. Una ocasión el profesor sacó a varios jóvenes del salón por lo que ellos, una vez afuera, comenzaron a platicar acerca de alguna chicas y después acerca de aventuras. El adolescente principal comentó que a él le agradaría bastante poder navegar por el canal de aguas negras que pasaba cerca de la colonia, a lo que los demás jóvenes repusieron que sería algo genial y que debían hacerlo. Una vez decididos, comenzaron a reunir todo lo necesario para la aventura, comida, agua, lámparas, baterías, el bote, los remos, etc., de los ocho jóvenes que trabajaron en ello uno sólo copero ya que por no saber nadar decidió no ir al viaje. Los chicos querían llegar al mar y consiguieron mapas y las rutas por las que pasarían en su camino hacia el Golfo de México. Una vez que reunieron todo, llegó el día y partieron a su travesía. Después de pasar por todos los ríos que ya habían planeado y después de un día los jóvenes vieron como es que su objetivo se había cumplido y habían logrado su hazaña de llegar, navegando por algunos ríos, hasta el Golfo de México; otra de sus sorpresas fue ver a sus padres que los esperaban al final del camino muy molestos y dispuestos a darles una reprimenda por dicho acto; no obstante ellos estaban seguros que esta aventura sería inolvidable en toda su vida. 

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